Rosa Mari Ariza

En todo este proceso de autodescubrimiento y autoconocimiento, desde mi amplia experiencia y formación, acompaño a las personas, desde el respeto y la honestidad, a mejorar su calidad de vida, a hallarse a sí mismas, a encontrar ese espacio de salvación que está dentro y no fuera de ellas, a sentirse bien, más ligeras de equipaje, a enfrentarse a los retos del día a día con más y mejores herramientas, a confiar más en la vida y en ellas, a recuperar el entusiasmo, a ser más flexibles (corporal y mentalmente), a encontrar maneras de autocuido y autoconfianza.  En definitiva, a amarse más y mejor.

​

Para ello, empleo diferentes disciplinas y herramientas terapéuticas (terapia corporal integrativa, yoga, meditación, respiración, apoyo mutuo, psicodanza, shiatsu, reiki, risoterapia, arteterapia, retiros, etc.)  cuyos resultados en la mejora de la condición física y mental de las personas son inmediatos.

​

Cuido cada detalle de mi trabajo (música, aromas, comodidad, tono de voz, limpieza....), procurando que cada actividad sea distinta y única. Y, lo más importante, cuido a cada persona que se acerca a Espacio Presencia ofreciéndole respeto, amor, cariño y escucha.

​

Cuando miro atrás,  me doy cuenta de que el camino que he recorrido personal y profesionalmente ha sido largo y en ocasiones, muy difícil, incluso doloroso. Pero toda mi búsqueda, mis formaciones, mis experiencias, buenas y malas, eran necesarias para convertirme en la persona más fuerte, sabia y real que soy ahora, ortorgándome la capacidad de ayudar, acompañar y cuidar a otras personas en su propio camino de desarrollo personal.